En crisis existencial

En crisis existencial, prefieres escribir en el papel y no en el computador.
En crisis existencial, descubres que además de sufrir de zapping, también sufres de “blogging” (creo que así se lo puede llamar); empiezas a leer un blog y no terminas de leerlo porque lees un comentario interesante y vuelas a leer su blog, luego lees otro comentario y saltas a su blog y así sucesivamente, claro también te saltas de los comentarios :-s
En crisis existencial, te vuelves adicta del facebook aunque lo odies porque tu compu se vuelve lentísima y por eso te refugias en tu otro vicio: el hi5, que también lo odias, pero que está permitido en crisis existencial.
En crisis existencial, te das cuenta que es mentira que “soñar no cuesta nada”, será nada material porque soñar te hace 110% más vulnerable a salir lastimada cuando aterrizas… ¡ZAZ!, ¡PUM!, ¡PAO!... ¡¡¡¡AUCH!!!
En crisis existencial, pruebas un cambio de “look” para sentirte “mejor”, pero como estás en crisis existencial te das cuenta que el tiro te salió por la culata cuando te dicen: señora.
En crisis existencial, es bueno caminar y caminar y caminar. Mientras caminas sigues pensando en todo lo que te agobia, pero luego terminas tan cansada que te olvidas de lo que te agobia y sólo quieres descansar.
En crisis existencial, regresa el insomnio, el mal genio, los granitos en la cara, nada de lo que te pones te queda bien, porque estás en crisis existencial y estas más gorda y todo lo que se relacione a tener autoestima en el subsuelo 16.
En crisis existencial, aparecen técnicas de relajación alternativas que funcionan de maravilla.
En crisis existencial, te vuelves más susceptible: amas más y odias más.
En crisis existencial, un día te despiertas, prendes la radio y decides hacer algo de tu vida, te llenas de energía, cantas, te maquillas, te peinas!!! Y sales como si fueras una reina y lo más gracioso es que hay gente que te ve así y te das cuenta que sólo era una crisis existencial.